Como fui milagrosamente sanada del COVID
Dios y El Covid
En el año 2020, en Navidades, fui a casa de mis padres. Mi padre estaba un poco malo, y yo pregunte a mi madre que si estaba resfriado y ella me dijo ‘’si, un poquito’’. Unos días más tarde fue a urgencias y dí positivo en Covid-19.
Cuando me llamó y me lo dijo, estaba muy tranquila y serena. Aunque los médicos me habían dicho que si yo me pudiera contagiar con el Covid-19, no sabían si tendrían la posibilidad de poder salvarme. Unos días más tarde empece a tener síntomas y me ingresaron en el Hospital, el 12 de Octubre ( en Madrid). Mi experiencia con el Covid- 19 no fue lo que se podría decir agradable, pero dentro de lo malo hubo cosas muy buenas y os cuento:
Día 1, 28 de Diciembre.
Apenas tenia síntomas.
En la iglesia y las personas que sabían mi caso empezaron a rezar por mí. Mi marido me preguntó si sentía las oraciones, y lo le dije que si, que sentía entre el colchón y yo una fuerza que me sostenía.
Día 2, 29 de Diciembre.
Perdí el olor y el sabor. Empecé a tener fiebre y febrícula. Me pusieron oxigenoterapia desde el principio, me quede afónica.
Día 3, 30 de Diciembre.
Seguía con mucha fiebre y dificultad para respirar. El oxígeno iba a gran potencia y aun así no podía respirar. Vino a verme una doctora y me dieron un tratamiento especial para el Covid-19 y también heparina (antigoagulantes), pinchada en la tripa para que no la sangre no se coagulara.
Día 4, 31 de Diciembre.
Fue uno de los peores días. Sentía el cuerpo muy frío y las piernas se me veían moradas. Ya me costaba muchísimo respirar, los doctores vinieron y me dijeron: ‘’despídete de tus seres queridos porque no sabemos qué podría pasar en las próximas horas, tienes que estar preparada para lo peor’’. Cada día les preguntaba a los médicos si mejoraba o empeoraba, ellos siempre me decían que a peor, y ellos no sabían si me libraba de esta.
Llamé a mis padres y con voz bajita les dije lo que sentía, les quería mucho y les dije que los esperaré en el cielo. Luego llamé a mi marido y le dije lo importante y especial que era para mí, y lo mágica que hacía mi vida, que lo quería mucho y que lo esperaría en el cielo, que cuidara de mis padres y que no se olvidara de mí, de nuestros recuerdos’’.
Ese día estuve la mayor parte durmiendo, con fiebre, malestar y sin poder respirar. En mi mente estaba rezando y diciendo a Dios: ‘’Dios, gracias por cada día que me has regalado de esta vida tan maravillosa que decidiste para mí, gracias por cada prueba que me diste, gracias por mis padres, gracias por mi marido y gracias por darme la bendición de conocerte’’.
El día 31 de Diciembre, fue el día de fin de año y seguía mal, aun así tuve la fuerza de hablar con mi familia en las campanadas y viendo por la ventana los cohetes de fin de año. En mi mente sentía que no me iba a librar de esa noche. Cada vez mi cuerpo estaba más apagado. Me despedí de mi familia de nuevo y me dormí. Me dormí en paz sabiendo que esa noche, finalmente iría al Cielo.
Día 5, 1 de Diciembre.
Sorprendentemente me desperté y empecé a sentirme un poco mejor. Ese día me pasó una cosa impresionante. Al comenzar esta mala experiencia rece al señor y le dije: ‘’Dios en esa prueba yo quiero tener una experiencia sobrenatural contigo’’. Así que cuando llegó el quinto día estaba muy agobiada por la enfermedad. Me dió un fuerte ataque de ansiedad y vino a verme un médico que iba normal, vestido con su pijama blanco y una simple mascarilla cuando normalmente venían vestidos con Epis, gafas y mascarillas especiales, y no pasaban mucho a la habitación. Así que este médico pasó y me preguntó: ‘’¿Qué te pasa?’’. Le dije que me encontraba mal y que no quería que haya otra persona ingresada conmigo en la habitación. Quería estar sola. El me contestó:
‘’No te preocupes. Estamos esperando a que des negativo, dentro de 2 días te irás a casa, y ya verás que este finde no vendrá casi nadie a urgencias’.
Yo me quedé sorprendida y asombrada de lo que me dijo y pensaba “¿Cómo no va a ver nadie en urgencias cuando estamos en plena ola de contagios Covid-19? ¿Cómo voy a ir a casa dentro de 2 días cuando los médicos están diciendo que se preparan para lo peor?’’
La verdad es que a ese médico no le vi antes ni después en el hospital. Llamé rápidamente a mi marido y le dije lo qué me había dicho el médico y le dije: ‘’Yo creo que fue un ángel’’. Mi marido me contesto que también el creís que fue un ángel porque justo hoy había rezado a Dios que me mandara un ángel para tranquilizarme. Los 2 estuvimos expectantes los siguientes 2 días y fue tal y como me dijo el médico: ese finde venía 2 o 3 coches a urgencias y se iban, y después de 2 días me dieron el alta y me fui a casa.
Por eso dije que cada experiencia tiene algo bueno. Lo bueno de mi experiencia con el Covid-19 fue sentirme más cerca que nunca del Cielo y saber que vino un ángel a verme.
Más de 1 año después, sigo recuperándome de las secuelas que me dejo el Covid-19, pero más contenta que nunca de seguir con vida y disfrutar de cada segundo aun más.
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Si quieres leer más testimonio sobre mis experiencias, lo puedes hacer aqui.
Los planes del Señor son inescrutables! Se bendecida!!