QUIEN BUSCA LA MANERA DE AMAR INCONDICIONALMENTE, intencionalmente, vive provocando el amor. El amor no pregunta, no, no ,no se construye, se edifica se provoca, se fortifica.
Quien ama no permite que las nimiendades de la vida le quiten sus ganas de amar.
¿Por que?
¿Porque deberíamos amar?
Porque debemos aprender que a pesar de los errores el amor nos ayuda a mirar con misericordia las equivocaciones nos aleja de la condena de la vergüenza.
Por eso ama, ama, ama tanto para que puedas vaciarte en otros y si odias a alguien ama tanto hasta que no tengas espacio para odiar a nadie.
Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe.
Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy.
Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.
El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece;
no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor;
no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad.
Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará. 1 Corintios 13:1-8