La presencia divina en tiempos de prueba
En la vida, todo tiene un propósito precioso. Cuando observo en la Biblia tantos milagros, me pregunto: “Señor, en tu libro están escritas todas aquellas cosas que tienes para mí, ¿qué historia estás escribiendo? ¿Vas a escribir una historia de pleitos, de celos, de disensión? Tú debes ser una luz para los demás”.
La Biblia nos enseña que Dios nos ve en cualquier circunstancia en la que nos encontremos. Nos ama y puede tender la mano en cualquier lugar donde estemos. No hay lugar donde nos podamos esconder de Dios, pero tampoco hay lugar donde podamos escapar de su mano que nos ayuda. Es suficiente saber que Dios siempre está disponible para nosotros. Cada día, las 24 horas, los 7 días de la semana, Dios nos sostiene.
Permítanme compartir con ustedes mi testimonio más reciente, el cual ocurrió este año, y así reafirmar que Dios tiene todo bajo control.
En febrero de 2023, me realicé una radiografía de pulmones y noté unas manchas en ellos. Pensando que podría ser debido a un resfriado, me hice otra radiografía y las manchas volvieron a aparecer. Luego me reuní con médicos en Madrid, quienes también olvidaron algunos resultados de pruebas realizadas en 2021, y se observaron nuevamente las manchas en los pulmones. Durante este período, los médicos se alarmaron y pensaron que podía tratarse de algo grave, como cáncer u otra enfermedad pulmonar. Prácticamente, sugirieron que era algo serio y realizaron una evaluación de emergencia. En abril de 2023, me sometí a una tomografía computarizada (TAC) y, después de cuatro días, recibí los resultados: tenía manchas en los pulmones, pero el médico no podía entender nada, ¡porque las manchas habían desaparecido!
Les digo que tengo un Dios vivo y verdadero, ¡y Él hace milagros! Durante este período, hemos realizado una oración constante:
“Dios, gracias por no olvidarme y no abandonarme en tiempos de prueba. Estoy pasando por momentos terribles. Mi corazón está inquieto, hay sufrimiento a mi alrededor y siento que ya no entiendo nada. Ten misericordia de mí, Señor. En estos momentos de tristeza, anima mi espíritu con tu presencia. No quiero preguntarte ‘¿por qué?’ Quiero pedirte que, aunque suceda, me ayudes a atravesarlo contigo. Sé que tienes una lección para mí en esta prueba, por favor, ayúdame a aprenderla para no tener que repetirla. Señor, ten misericordia también de mi familia, esta prueba no afecta a todos. Alabado seas siempre, mi Señor. Amén”.
Recuerda, ¡Dios siempre tiene la última palabra! En momentos de dificultad y prueba, es fundamental aferrarse a la fe y creer en el poder divino. Aunque el camino parezca oscuro y desconocido, confía en que Dios está contigo, cuidándote y guiándote en cada paso. No importa cuán desesperante sea la situación, su amor y misericordia son infinitos. Puedes encontrar consuelo y fuerza en su presencia, sabiendo que Él tiene el control y siempre tiene planes de bendición para ti.
Así que, no desesperes, mantén la esperanza y la fe viva en tu corazón. Dios está obrando en tu vida, escribiendo una historia que supera cualquier expectativa terrenal. Permítele ser tu luz en medio de la oscuridad y confía en que su amor y poder son capaces de hacer milagros en tu vida.
Recuerda, cuando enfrentes pruebas y dificultades, ora, confía y mantén tu fe firme. Dios está contigo siempre, y con Él, hay esperanza que no engaña.